jueves, 31 de enero de 2008

números y cuasi extensiones

Antes me decía que no iba a aguantar sin micro, cómo me iba a cocinar, a calentar el té, ¡las palomitas para el filme gore! El principio sin ... complicado, después pasaron los días, par de meses ahora el año y francamente ni me acuerdo. Ahora el micro es una mesita en la cocinita. Ya no provoco radiación electromagnética ni consumo exceso de energía.

Después la televisión pero a diferencia del micro dañado por un corto eléctrico, la tele aún funcional pedí que se la llevaran. Era raro ya no ver tus programas favoritos y eso que no tenía sistema de televisión de paga, simplemente señal abierta. En ocasiones veía pendejada y media en las mañanas, en las tardes vanalidades y en las noches un poco de esparcimiento e idiotez entretenida. No era de diario pero pasaron los programas, las series y sus nuevas temporadas y sigo vivo. Eso sí cada vez que voy a hogar familiar o con Rosso veo tele, no lo niego, me actualizo.

La compu, eso sí que me dolió. Habrá sido que pagué la mitad de ella. Que con mi primer sueldo choncho todo se fue invertido ahí. En febrero próximo... en par de días, cumplirá tres largos años conmigo y muchos saben que para una computadora portátil pues se requiere actualizarla o drástico comprar otra. No puedo creer que en ocho días tendrá un mes en el taller y espero que al fin me la devuelvan, ahora sí y no esperar más, es desesperante. Me intriga como me la regresaran, sucia, rayada, le faltara o olvidaran algo, la habrán usado y que habrán hecho, les importará un objeto tan valioso para uno y tan insignificante para ellos pues es sólo uno más del trabajo.

Sin horno de microondas... va para dos años.
Sin tele... va para el año.
Sin lap... va para el mes.

2 comentarios:

el memo dijo...

la vida rudimentaria.. ohhhhhhhh buena buena buena

serafo dijo...

y las dependencias que se crean ja.