Sentado en silla playera -creo yo, de esas generalmente blancas y de plastico, de forma bastante peculiar para escurrirte y no sentarse, que frecuentemente por estar tan relajado se termina rompiendo una patita- pues no estaba en la playa, ni en Tulum, mucho menos en Chetumal. En Cholula, sentado frente al monitor esperando a que el film de Harry Potter and the Goblet of Fire se convirtiera en MPG4 y así subirlo al ipod -la lectura sobre los workaholics me estaba dando hueva-.
Repentinamente y como hace tiempo no escuchaba, un choque de piedritas en la ventana, no gritos, no llamada al celular. Pero no era la hamburguesa que no había pedido y se me antojaba, tampoco era la señal para la serenata, era Maki -exvecino, toda una personalidad andante e interesante- buscando una pelicula.
Platicamos, platicamos y nunca tuve la dichosa pelicula. Además, Videoexpress iba a cerrar en minutos. Por lo menos charlamos amenamente y me aclaro temas tecnológicos; usaré sus conocimientos como bibliografía.
Regresé a la silla. Convertir el video no sé cuanto tardo pero al parecer fue mucho, dormí, desperté y las hojas sobre workaholics terminaron quien sabe donde, a buscar.
jueves, 22 de marzo de 2007
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